Del 6 al 8 de junio, el parque Macanaz de Zaragoza se convierte en el escenario del Festival de la Garnacha, un evento enogastronómico que reúne a 16 bodegas de las denominaciones de origen de Borja, Cariñena y Calatayud. Esta cita busca acercar al público los vinos elaborados con garnacha en la provincia y ofrecer una experiencia completa que aúna degustaciones, gastronomía sostenible y música local.

Para participar en el recorrido enológico, es necesario adquirir la copa oficial del evento en las taquillas situadas en el recinto. El precio es de 5 euros e incluye un cordón para llevarla al cuello. Esta copa es indispensable para poder acceder a las distintas propuestas vinícolas que ofrecen las bodegas participantes.

Funcionamiento del Festival de la Garnacha

Una vez se dispone de la copa, los asistentes pueden adquirir tarjetas de puntos que permiten consumir los vinos. Las tarjetas tienen precios de 6, 10 y 20 euros. Cada tarjeta contiene una cantidad de puntos proporcional a su precio. Estos puntos se intercambian por las copas de vino en las casetas de cada bodega. El número de puntos requerido varía según el vino elegido, ya que cada bodega establece su propio sistema de valoración.

La disposición del recinto incluye 21 casetas distribuidas en un entorno natural junto al Ebro, con vistas a la Basílica del Pilar. En ellas se encuentran las bodegas participantes: Bodega Ignacio Marín, Bodega Libre y Salvaje, Bodegas Borsao, Bodega San Gregorio, Bodegas San Valero, Bodega Luis Marín, Bodega Grandes Vinos, Bodegas San Alejandro, Bodegas La Dolores y Bodega 900 Viñas, Bodegas Care, Bodegas La Cerrada, Bodegas Sommos, Bodegas Aragonesas, Paniza, Esteban Martín y Carlos Valero.

El espacio también dispone de fuentes específicas para el lavado de copas entre degustaciones, una medida que facilita la limpieza y mejora la experiencia al permitir apreciar mejor las características de cada vino.

Festival de la Garnacha en el Parque Macanaz

Esta primera edición del Festival de la Garnacha pone el foco en el consumo responsable y en el valor del producto local, con especial atención a la sostenibilidad gastronómica. La ubicación, en el corazón de la ciudad y junto al río, convierte el evento en una oportunidad de ocio cultural que combina patrimonio, producto aragonés y encuentro ciudadano.

Este evento relacionado con el enoturismo no se limita solo al vino. La propuesta se completa con una zona de picnic, un mercado boutique, un photocall y un escenario con programación musical bajo el nombre ‘Vibra Garnacha’. En ese espacio actúan varios grupos locales, generando un ambiente que acompaña sin eclipsar el propósito principal del evento: dar a conocer los vinos de garnacha de la provincia.

El festival se presenta como una fórmula que promueve el conocimiento de los vinos de garnacha, uno de los principales activos del sector vitivinícola zaragozano, mediante un sistema claro y accesible para el público general. Además de degustar vinos, los visitantes pueden descubrir nuevas bodegas y apreciar la diversidad de estilos presentes en las tres denominaciones de origen de la provincia.