
La Nueva Romareda avanza con el derribo de las torres de iluminación
La Sociedad La Nueva Romareda ha iniciado los trabajos de retirada y derribo de las torres de iluminación que aún permanecían en pie en el solar del antiguo estadio municipal de Zaragoza. Las cuatro estructuras, de 55 metros de altura, constituyen el último elemento visible del anterior recinto y su desmontaje forma parte del calendario de transformación del espacio.
Derribo de las torres de iluminación avanza con maquinaria especial
El desmontaje requiere el uso de una grúa autopropulsada y una plataforma elevadora con cesta capaz de alcanzar 90 metros. La plataforma se ha trasladado desde Galicia por transporte especial, dado que en España existen pocas máquinas de estas características. Con ellas, los operarios realizan los cortes en altura y la grúa descarga las piezas cortadas en el suelo.
El plan prevé comenzar por la torre noroeste, en la esquina del paseo de Isabel La Católica frente a los Porches del Audiorama. A continuación se actuará sobre las torres próximas a la plaza Eduardo Ibarra y, por último, sobre la situada en la esquina sureste, en la calle Jerusalén con el paseo de Isabel La Católica. Los responsables técnicos indican que el calendario podrá adaptarse según la evolución de los trabajos y las condiciones meteorológicas.
Proceso técnico y gestión de residuos en el derribo de las torres de iluminación
Cada torre se desmonta en tres fases. Primero se retira la parrilla superior de aproximadamente diez metros donde se ubicaban los focos. Después se cortan dos tramos intermedios de cerca de veinte metros cada uno, que son descendidos mediante la grúa. La parte más cercana al suelo se demuele en cota cero con maquinaria de gran potencia.
Los materiales resultantes son principalmente metálicos. Todos los elementos serán trasladados a un centro de valorización para su reutilización y reciclaje mediante fundiciones. Esta gestión de residuos se integra en la política de sostenibilidad del proyecto. En fases previas de la obra se valorizaron más de 11.700 toneladas, lo que supuso más del 95% de los residuos generados.
El proyecto dispone de la certificación BREEAM ES, que reconoce prácticas de construcción con criterios de eficiencia y gestión responsable. La continuidad de estas medidas pretende reducir costes operativos a largo plazo y garantizar una gestión adecuada de los materiales durante la ejecución de las obras.
El inicio del derribo de las torres de iluminación representa un avance material en la puesta en marcha de La Nueva Romareda. Operarios y técnicos trabajan bajo protocolos de seguridad, con especial atención al trabajo en altura y a las condiciones meteorológicas que permitan realizar cortes y maniobras con garantías.
La operación está prevista para desarrollarse a lo largo de aproximadamente dos semanas, sujeto a cambios técnicos o meteorológicos que puedan requerir ajustes en el procedimiento. Los responsables municipales y de la empresa promotora mantendrán la supervisión continua de la actuación.