El Centro de Historias presenta la exposición titulada ‘Obsolescencia‘, una muestra que reflexiona sobre el final, el no retorno y la inescrutable muerte del tiempo a través del trabajo de ocho artistas: Nacho Blanco, Lalo Cruces, Lorena Cosba, Dayra Madrona, Marín Guevara, Alejandro Ramírez, Fernando Romero y Rubén Blanco. La exposición ‘Obsolescencia‘ se podrá visitar hasta el próximo mes de diciembre.
‘Obsolescencia‘ es una exposición interdisciplinar que reúne ocho formas artística, pintura, fotografía, escultura, videoarte,tatuaje, collage, poesía visual e instalación artística, que suponen ocho maneras diferentes de interpretar el concepto de obsolescencia: la finitud relacional basada en el consumismo online de objetos, sujetos e ideas; la sobresaturación industrial, comercial y logística; lo perecedero delrecuerdo y de la vida; la construcción de la identidad personal a través de la memoria y la pérdida de la misma; la muerte, su energía y sus manifestaciones; la decadencia trasladada a la figura humana; el cuestionamietno de la caducidad del cubo blanco como display expositivo contemporáneo; y la programación de nuestra obsolescencia a través del entorno social.
- De por vida (tinta tatuada sobre piel sintética) NACHO BLANCO (Zaragoza, 1983) El entorno social programa nuestra obsolescencia, presuponiéndonos una serie de características en función de nuestra etnia, nacionalidad, riqueza, salud o cultura. A través de estos filtros no solo se espera algo de nosotros, sino que se nos marcan unos límites condicionando nuestras expectativas. Podemos cambiar y con ello ser absueltos de algunos de estos prejuicios, pero muchas veces estos estigmas no pueden ser alterados y nos marcan, como tatuajes, de por vida.
- 180.000 (instalación artística) LALO CRUCES (Zaragoza, 1980) Se denomina «obsolescencia programada» a la determinación del fin de la vida útil de un producto o servicio, tras un periodo de tiempo calculado de antemano por su fabricante. «180.000» reflexiona sobre el consumo y la sobresaturación industrial, comercial y logística existente para que nuestra sociedad de consumo tenga cubiertas sus «necesidades básicas». Para ello, se emplea lo mecánico y su estado como producto de desecho tras su «muerte», trabajando las líneas puras que originan las texturas de los vehículos de desguace, y que como grupo llegan a conseguir escenas de corte escultórico.
- Cosas que olvidaremos en 100 años (fotografía – instalación artística) LORENA COSBA (Monzón, 1979) Un estudio reciente ha demostrado que el recuerdo de una persona dura unos 100 años: tres generaciones —dos de ellas coetáneas y una posterior—. Partiendo de la idea de los objetos como activadores del recuerdo, en esta instalación se han empleado transferencias fotográficas de imágenes antiguas (mediante emulsión fotosensible) sobre prendas rescatadas de los viejos armarios familiares de su autora. A través de ella se quiere expresar lo perecedero del recuerdo y de la vida, pues todo lo que la conforma está condenado a desaparecer: la ropa, los recuerdos almacenados en fotos e, incluso, la propia intervención fotográfica —se estima que este tipo de procesos tienen una durabilidad de 50 años—.
- Ego en hidrólisis (escultura) MARÍN GUEVARA (Murcia, 1979) La dualidad y repetición de figuras hasta la degradación, la languidez del cuerpo, la pérdida de la forma y de la textura de la piel, no deja de ser decadencia y obsolescencia trasladada a la figura humana. Un concepto que el autor refleja a través de la experimentación con distintos elementos de producción y mediante el proceso de hidrólisis, o pérdida de agua, que se produce en el alginato, utilizando este material perecedero, así como su encogimiento y deformación a lo largo de 21 días, como parte de la obra. De este modo se plantean tres bustos realizados en resina de poliéster, pigmentos y cemento Ego I, II y III en contraposición a la pieza final Hidrólisis, realizada en material efímero e inestable.
- Nigrománticas-Bestiario (óleo sobre tabla) DAYRA MADRONA (Alicante, 1986) Durante el proceso creativo, la técnica nace, se desarrolla y muere, desde el lado consciente y con influencia inmediata en el humano que va a observarse a sí mismo en cada uno de los rostros que se han construido desde la deformidad, el ensayo y el error. La nigromancia estudia la transformación de cuerpos u objetos hacia otro nivel, superior o inferior. En este caso, la muerte, su energía y sus manifestaciones. Esta propuesta alberga una representación gráfica de esa energía en estado de transformación, más allá de lo visible y de lo manifiesto. Las ejecutantes representadas son figuras femeninas, contenedoras y administradoras de la misma, y los seres orgánicos que las acompañan, el conducto en su transición; creando un ciclo cerrado en su totalidad.
- Let Me Loose My-Self (fotografía, collage, poesía visual) ALEJANDRO RAMÍREZ (Zaragoza, 1981) Supongamos que no somos capaces de descodificar las imágenes que percibimos del exterior o aquellas contenidas en nosotros. Supongamos que sufrimos una lesión cerebral, que nos obliga a reconstruir pasado, presente y futuro en el intervalo justo entre su aparición y su desvanecimiento. ¿Cómo podríamos engendrar toda o parte de nuestra representación del universo? Partiendo del relato autobiográfico de su autor, que busca dibujar un retrato subjetivo de tres mujeres de su familia que padecen o han padecido la enfermedad de Alzheimer, su obra reflexiona sobre la construcción de la identidad personal a través de la memoria y la pérdida de la misma.
- Pintando el cubo blanco (acrílico sobre lienzo) FERNANDO ROMERO (Teruel, 1983) Este proyecto se cuestiona la obsolescencia del cubo blanco como display expositivo contemporáneo. Así, todas las piezas que conforman esta serie toman como referente dicho espacio, centrándose en los aspectos de representación como perspectiva y claroscuro. Al eliminar la obra de arte de la representación se evidencian los márgenes del espacio museístico: sistemas de iluminación, estructuras vinculadas a la arquitectura del lugar, objetos necesarios para colocar las obras…
- Online Friends (óleo sobre lienzo – videoarte) RUBÉN BLANCO (Pamplona, 1977) Las redes sociales están configurando una nueva sociedad basada en la economía del tiempo, la materialización de expectativas y la cosificación de las personas. «Online Friends» retrata la finitud relacional basada en el consumismo online de objetos, sujetos e ideas. Para ello, su autor emplea el videoarte e imágenes obtenidas de una red social y, como forma de rebeldía contra la agresión intelectual, las transforma en una obra pictórica de autoría incuestionable. Este apropiacionismo le sirve para robar un alma de la sociedad y devolverla después como un nuevo artefacto artístico.
La exposición ‘Obsolescencia‘ estará abierta al público con acceso libre del 28 de septiembre al 3 de diciembre en la cripta del Centro de Historias de Zaragoza (planta baja), en horario de 10 a 14 y de 17 a 21 h. de martes a sábado y de 10 a 14:30 h. los domingos y festivos. Los lunes permanece cerrado.