El cementerio de Torrero vivió el pasado 2020 uno de los años más complicados de su historia reciente. Y es que la pandemia del COVID-19 ha hecho aumentar hasta un 31% en relación al 2019 el número de servicios que se han prestado en el cementerio zaragozano. Ésta cifra supone que durante el pasado año se realizaron 7.544 inhumaciones y cremaciones, 1.799 más que en 2019.
De hecho, el Ayuntamiento de Zaragoza se vio obligado a reorganizar el funcionamiento del cementerio municipal y poner en marcha los hornos de cremación durante las 24 horas del día cuando se produjo el primer pico de fallecidos en el mes de abril.
La incidencia del COVID-19 en nuestra ciudad también se nota en el número de cremaciones realizadas. De los 7.544 servicios realizados, 4.798 pertenecen a incineraciones, mientras que el resto, 2.746, corresponden a entierros en nichos o fosas. El hecho que durante los primeros meses de la pandemia los fallecidos por coronavirus debieran ser incinerados ha contribuido a ésta diferencia entre un tipo y otro. Se calcula que el año pasado hubo 2.693 fallecidos por Covid en Aragón, siendo Zaragoza la ciudad con mayor número de afectados en nuestra comunidad.
Se trata de un dato significativo, ya que, por un lado, denota la tendencia al alza de éste tipo de servicio, ya que cada vez son más las familias que se decantan por la incineración frente al entierro tradicional, principalmente por su comodidad pero también por su precio, ya que todavía a día de hoy su coste es menor en comparación con la inhumación.
La importancia de un buen seguro
De media, un entierro sencillo cuesta en torno a 3.000 euros entre servicios de funeraria, cementerio, lápida y gestiones administrativas. Un gasto que no a todas las familias viene bien desembolsar de golpe y, en muchos casos, de manera inesperada. Es por ello que cada vez se hace más necesario el disponer de un buen seguro de decesos.
Éstos seguros son cada días más populares en Zaragoza, y es que, además de cubrir los gastos del sepelio, los seguros de decesos también cubren todas las gestiones que se deban realizar tras el fallecimiento de nuestros seres queridos, una labor que sin duda agradecen las familias en momentos tan duros.
Qué es un seguro de decesos
El seguro de decesos es un tipo de póliza a través del cuál se cubren los gastos derivados del fallecimiento de una persona hasta el límite de capital asegurado. Los principales gastos que están cubiertos en cualquier seguro de decesos son los correspondientes al tiempo en el que el féretro se encuentra en el tanatorio, el coste del citado féretro, las esquelas, el coche fúnebre, y el entierro o incineración.
Este tipo de seguros se suelen contratar a través de pólizas de carácter familiar, ya que en una misma póliza se aseguran, por lo general, todos los miembros de la familia. Aunque también se pueden contratar de manera individual.
Otra de sus ventajas es la realización de todas las tareas y gestiones administrativas derivadas del fallecimiento, como pueden ser la baja en la seguridad social, la inscripción en el registro social, partidas y certificados de defunción o solicitudes de pensiones de viudedad u orfandad. Según el caso, también pueden llegar a cubrir la adjudicación de herencias.