Celebración del Corpus Christi en Zaragoza
El domingo 14 de junio se celebra el Corpus Christi en Zaragoza, con un acto en la Basílica del Pilar presidido por el Arzobispo de Zaragoza Vicente Jiménez Zamora. En su mensaje para ésta festividad religiosa, el arzobispo señala que la eucaristía es un antídoto frente a la indiferencia. En la situación de pandemia que vivimos y sufrimos, debemos superar la globalización del ‘virus’ de la indiferencia con los ‘anticuerpos’ necesarios de la justicia, la caridad y la solidaridad.
Debido a la situación social y sanitaria actual, en ésta ocasión la celebración del Corpus Christi en Zaragoza no contará con la participación de los comulgantes ni sus familias. De igual forma, la procesión eucarística se desarrollará por las naves que rodean el altar mayor del templo. La Sagrada Eucaristía no se llevará en la custodia procesional de asiento, sino que se portará en una de altar. El acto tendrá lugar a las 12:00 h. en la catedral basílica del Pilar.
El arzobispo Vicente Jiménez en su carta pastoral con motivo de esta fiesta se refiere a la peculiar situación que ha vivido la sociedad y, dentro de ella, la Iglesia “sin poder participar física y plenamente de la eucaristía”. El Arzobispo, tras aludir a la normalidad que supone recuperar la asistencia de los fieles a la misa, dirige un mensaje de ánimo a los “muchos niños que no han podido celebrar aún la Primera Comunión y no podrán acompañar a Jesús sacramentado por las calles y plazas de nuestros pueblos y ciudades el día del Corpus Christi”.
La carta pastoral concluye con una oración del Arzobispo dando “gracias a Dios por los miles de católicos que, unidos al Señor, iluminados por su Palabra, alimentados del Cuerpo de Cristo, viven ofreciendo sus vidas y sus recursos a los más pobres y necesitados. Damos gracias a los agentes de pastoral, a los voluntarios y trabajadores de Cáritas y de tantas otras instituciones de la Iglesia. Esta familia, que es la Iglesia, invita a orar con intensidad por todos ellos, para que el Señor les regale fortaleza de espíritu y lucidez para afrontar la nueva realidad de necesidad y pobreza que está emergiendo”.
En la mayor parte de las parroquias de la diócesis, además de la celebración de las misas, se tendrá un acto eucarístico para sustituir a las tradicionales procesiones y, en muchas de ellas, el Santísimo Sacramento permanecerá solemnemente expuesto a lo largo del día para la adoración de los fieles.