El Teatro Principal lucirá nueva iluminación y un aspecto exterior limpio y renovado tras las obras de emergencia que se están acometiendo en el exterior del edificio para reparar sus fachadas, consolidar las ocho estatuas de las Alegorías de las Musas y revisar la cubierta superior. Las obras estarán completamente terminadas a finales del mes de septiembre.
En la fachada principal del teatro, los trabajos han finalizado e incluso se han retirado ya los andamios que se colocaron para la realización de las obras. Las tareas, que ahora se centran en la calle Blasco y en la plaza de José Sinués, se iniciaron el pasado mes de mayo con carácter de emergencia, con un importe de 300.000 euros, tras detectarse la caída de parte de una loseta en una de sus fachadas, lo que llevó a una inspección que determinó la necesidad de actuar para evitar tanto los posibles desprendimientos como la degradación de los elementos exteriores de un inmueble que es Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés.
Actualmente, se está trabajando en las estatuas ubicadas en la esquina que da a la plaza José Sinués con la calle Blasco. Las labores se están realizando insitu reparando las grietas que se habían detectado y retirando toda la polución acumulada. Dicha labor se hace con un tratamiento específico químico y en aquellas zonas donde hay mayor suciedad se refuerza con actuaciones mecánicas. También se han comenzado a reparar las piedras de las cornisas y embocaduras de las ventanas que, según los expertos, estaban “bastante deterioradas”. En este caso, la reparación se lleva a cabo con unos morteros especiales de resinas que ayudan a su consolidación.
Las obras también se han aprovechado para instalar un nuevo sistema de iluminación del exterior del edificio que mejorará el aspecto y dará realce al inmueble. Del mismo modo, las estatuas de las Alegorías de las Muses presentan ya una imagen limpia y renovada en la cornisa de la entrada principal del edificio.
Estatuas de la ‘Alegoría de las Musas’
El edificio del Teatro Principal, obra de Agustín Sanz y Agustín Gracián, ha tenido desde sus orígenes en 1799 numerosas transformaciones, ampliaciones e intervenciones, tanto en las fachadas como en su interior.
Por su parte, las esculturas de las Alegorías de las Musas son grupos de cuatro piezas (Talía, Melpómene, Euterpe y Terpsícores) que tienen 2,3 metros de altura cada una, están realizadas en piedra artificial, son obra del escultor Francisco Rallo y fueron colocadas en 1970. En su día se proyectaron cuatro juegos (uno por fachada) de cuatro esculturas cada uno, pero en la última intervención sobre el Teatro, en 1985, se transformaron sustancialmente las fachadas, por lo que las 16 esculturas se reubicaron.
En la actualidad, en la fachada principal de la calle del Coso hay cuatro, y otras cuatro se sitúan en la trasera de la plaza de José Sinués con la calle Eusebio Blasco. Otras cinco fueron repartidas en el interior del edificio y las dos restantes se encuentran en la plaza de Santo Domingo, escoltando la entrada al Teatro del Mercado.