En un paso trascendental para la capital aragonesa y su comunidad, el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, y el director general del Real Zaragoza, Raúl Sanllehí, han unido fuerzas esta mañana para firmar un protocolo que sienta las bases de un nuevo estadio de fútbol, la nueva Romareda. Este ambicioso proyecto tiene como objetivo no solo brindar a los aficionados zaragozanos un hogar futbolístico de primer nivel, sino también posicionar a la ciudad como un escenario de referencia para eventos deportivos de máximo calado, incluyendo la candidatura para el Mundial de Fútbol 2030.
El acuerdo establece la creación de una sociedad mercantil limitada antes del 31 de diciembre de 2023 para financiar la construcción del estadio, con un capital social de 120 millones de euros. Este capital se distribuirá entre el Ayuntamiento (33.34%), el Gobierno autonómico (33.33%) y el club (33.33%). En una primera fase, las tres partes aportarán 50.5 millones de euros, con el Ayuntamiento contribuyendo con el valor del derecho de superficie del suelo del estadio municipal (24.5 millones de euros), el Gobierno de Aragón aportando 20 millones de euros y el Real Zaragoza S.A.D. comprometiéndose con 6 millones de euros.
El compromiso va más allá de la inversión inicial. Antes de que finalice 2028, los firmantes se comprometen a participar en ampliaciones de capital posteriores, con un límite de 15.5 millones de euros para el Ayuntamiento de Zaragoza, 20 millones para el Gobierno de Aragón y 34 millones de euros para el Real Zaragoza.
Además, se prevé la posibilidad de que otras entidades, tanto públicas como privadas, entren en el capital social para fortalecer la capacidad económica de la sociedad, permitiendo su participación en este ambicioso proyecto. Se estima que los costos totales para la construcción del nuevo estadio alcancen los 140 millones de euros.
En cuanto a los plazos, se establece que las obras de demolición del estadio existente comenzarán en el primer trimestre de 2024, mientras que la licitación de las obras de construcción del nuevo campo de fútbol se llevará a cabo en el segundo semestre de ese mismo año.
Este acuerdo histórico representa un hito en la larga espera de los seguidores zaragozanos por un estadio de vanguardia. Además, demuestra el compromiso de las instituciones con la ciudad, el equipo y la candidatura de Zaragoza para albergar el Mundial de Fútbol 2030, tal como se acordó en una reunión con la Real Federación Española de Fútbol el pasado 10 de octubre.
El presidente del Gobierno de Aragón destacó la importancia de cumplir con los plazos establecidos, subrayando que «el compromiso es inquebrantable» y que este proyecto representa una realidad tangible después de años de sueños no realizados. La nueva Romareda está en marcha, y Zaragoza mira hacia el futuro con entusiasmo y esperanza.