Aragón homenajea a Antón García Abril con un amplio programa cultural

El Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón ha preparado un rico programa para rendir homenaje al maestro turolense Antón García Abril, compuesto por diferentes eventos culturales que comenzarán este mes de abril y continuarán hasta noviembre.

Los patios del Edificio Pignatelli serán el escenario donde comenzarán los actos, con actuaciones de la Orquesta Reino de Aragón (ORA) el fin de semana de San Jorge.  La obra compositiva de Antón García Abril contiene la mayoría de formas musicales: conciertos, ópera, ballet, cámara y bandas sonoras de películas y series. Del género camerístico destacan las piezas que van a sonar en los patios de la sede del Gobierno de Aragón: ‘Para el nuevo milenio’, ‘Tres vuelos’, ‘Alba de los caminos’ y ‘El vuelo del viento’. Estas obras son esencia de la música del genio turolense, por su dificultad técnica, así como por sus melodías y armonías.

Tras estos actos, los días 14 y 23 de mayo el Auditorio de Zaragoza acogerá el ciclo de conciertos ‘Luz de Aragón’, un conjunto de actuaciones que irá más allá de las bandas sonoras, la música sinfónica y la de cámara que se podrá escuchar en los patios del Pignatelli. La Dirección General de Cultura busca acercar su música al melómano en un espacio íntimo -la Sala Luis Galve- donde disfrutará de la conjunción de la música del turolense con textos de grandes poetas españoles como Bécquer, Rosalía de Castro, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Antonio Carvajal, García Lorca, Antonio Machado, Otero o Espriú, entre otros. Estas canciones serán interpretadas en castellano, gallego y catalán.

Este ciclo contará Rubén Fernández Aguirre al piano, así como las prestigiosas voces de Miren Urbieta-Vega (soprano), Joan Martín-Royo (barítono), Paola Leguizamón (mezzosoprano) y Airam Hernández (tenor).

Además de la parte musical, el homenaje a Antón García Abril también tendrá un apartado intelectual, con la celebración de unas jornadas en el IAACC Pablo Serrano en colaboración con la fundación SGAE, que incluirán dos mesas redondas los días 16 y 17 de mayo.

La programación culminará en noviembre con una gran iniciativa que se desarrollará en la ciudad de Teruel y que se presentará próximamente.

Con este programa, el Gobierno de Aragón rinde homenaje póstumo a un gran artista turolense, al cual también se reconoció en vida, como demuestra que en 2003 recibiera el Premio Aragón, así como la Medalla de Oro de la Academia del Cine en 2014, en reconocimiento a su obra, o el Premio Especial a una Trayectoria en los XV Premios de la Música Aragonesa.

 La Orquesta Reino de Aragón va a interpretar ‘Para el nuevo milenio’, ‘Tres vuelos’, ‘Alba de los caminos’ y ‘El vuelo del viento’

 Sala Luis Galve del Auditorio de Zaragoza. 19.30 horas

Canciones sobre textos de Antonio Machado

Canciones del Recuerdo

Canciones Xacobeas

Canciones Gallegas

Tres Nombres de Mujer

Canciones de Juventud

Canciones de Valldemosa

Canciones Asturianas

MIREN URBIETA-VEGA, soprano

JOAN MARTÍN-ROYO, barítono

RUBÉN FERNÁNDEZ AGUIRRE, piano

Cinco de las Canciones de Amor

Cinco de las Canciones de Valldemosa

Cinco de las Canciones Infantiles

Dos Canciones de la Cantata Alegrías

Dos canciones del Homenaje a Gayarre

Tríptico de Lorca

“Cantiga de amigo” de las Canciones Xacobeas

PAOLA LEGUIZAMÓN, mezzosoprano

AIRAM HERNÁNDEZ, tenor

RUBÉN FERNÁNDEZ AGUIRRE, piano

Nacido en Teruel el 19 de mayo de 1933, su inclinación hacia la música fue tan precoz como para que a los 13 años hiciera sus primeros ensayos de composición con piezas dedicadas a su madre. Entre 1954 y 1956, el joven músico turolense inició su periplo italiano acudiendo a los cursos de verano de la Accademia Chigiana de Siena, donde ganó el Concurso Internacional de Composición del XXV Aniversario de la Academia con una obra titulada ‘Cantata a Siena’. En 1964, acudiría a Roma para trabajar en la Accademia Santa Cecilia.

En 1957, comenzó su actividad docente y, por entonces, en paralelo a los colegas más inquietos de su generación, García Abril conoció el Método Dodecafónico y las propuestas compositivas de la Escuela de Viena a través del compositor chileno Gustavo Becerra. En 1958, García Abril constituyó el Grupo Nueva Música, en torno al crítico musical Enrique Franco e integrado también por Barce, Blancafort, Carra, Ember, Alffter, Moreno Buendía y De Pablo.

Páginas vocales como las escritas por Antón García Abril sobre versos de Alberti, Lorca, Rosalía, Gil Vicente o Bécquer en los años sesenta mostraban a un compositor inserto con naturalidad en la línea de la gran tradición compositiva española, mientras que instrumentalmente mostraba una escritura más “moderna”. La década de los setenta, con el acceso a la madurez humana y técnico-musical, supuso la consolidación del estilo garcíabriliano y su imposición como sólido valor de los circuitos concertísticos. Los intérpretes, con hechos, parecían mostrarse en línea con la idea de la música sinfónica que García Abril perseguía. García Asensio, Víctor Martín, López Cobos, Ernesto Bitetti o Odón Alonso estrenaron sus más reseñadas composiciones, a las que se les sumaron nuevas canciones y ciclos líricos. Por otro lado, grandes maestros como José Hierro, Gerardo Diego, Dionisio Ridruejo o Salvador Espriu escribieron sus poemas expresamente para él.

Hay que destacar que García Abril ha trabajado abundantemente sobre los folclores y los rasgos característicos de las tradiciones musicales y poéticas de Asturias, Aragón, Galicia y el País Vasco. De hecho, compuso el Himno de Aragón en 1986 por encargo de las Cortes autonómicas.

En el engarce entre los años ochenta y los noventa crea ‘Divinas palabras’, que recibió su estreno absoluto en el recién inaugurado Teatro Real de Madrid el 18 de octubre de 1997, con una cuidadísima prestación musical encabezada por Plácido Domingo, en lo que supuso una summa de los saberes, la experiencia y las vivencias acumuladas en treinta años de profesión artística y creativa.

En los años noventa, y hasta su fallecimiento en marzo de 2021 a causa de la covid-19, el compositor pisó fuerte en terrenos previamente conquistados, por ejemplo, el de la canción, destacando también sus trabajos para televisión.