Durante los meses de enero a marzo se celebra la exposición ‘Palpando la palabra’, que está compuesta por una selección de fotografías realizadas por los fotógafos Fernando Moleres y Tatiana Donoso que permiten entender qué significa para los niños invidentes de varios países del mundo leer a través de las manos y los sentidos. La exposición ‘Palpando la palabra’ forma parte de de un ciclo de exposiciones sobre discapacidad y se podrá visitar hasta el 15 de marzo en la sala de exposiciones de la Torre DKV en Zaragoza.
Este proyecto fotográfico de Tatiana Donoso y Fernando Moleres fue realizado entre los años 1997-2000 en India, Rumanía, Egipto y República Centro Africana. Del trabajo de Donoso destacamos la exposición El Viaje de Gaye, para el Museo de la Inmigración de Catalunya y su última exposición, Mi memoria camina por estas calles, ha recoge los relatos migratorios de mujeres del barrio de la Trinitat Vella en Barcelona.
Moleres, en cambio, retrata realidades muy injustas como la explotación laboral infantil (Wold Press Photo 1998, Eugene Smith Additional Grant), el retorno de los refugiados a Ruanda o las mujeres trabajadoras, menores encarcelados en las prisiones africanas (Wold Press Photo 2011, Tim Hetherington Grant).
La exposición se articula en dos ejes: por un lado aborda la parte educativa vinculada al braille y su aprendizaje y, por otro lado, busca resaltar la importancia del sentido del tacto y el estrecho vínculo del ciego con sus manos, como sustituto de la vista, mostrando que hay otras formas de mirar y leer posibles.
Hasta hace poco más de un siglo los ciegos habían estado al margen de la cultura escrita, viéndose limitados a instituciones asistenciales o a la mendicidad. Para el colectivo de ciegos y deficientes visuales el acceso a la educación no se normalizó hasta la creación del sistema de escritura braille, a mediados del S. XIX. Leer a través del tacto no se limita a la palabra, sino que se extiende a la percepción y orientación espacial de la persona invidente, gracias a la información que recibe del sentido del oído y del tacto.
Hasta la creación del braille, las personas ciegas no pudieron contar con una herramienta eficaz para leer y escribir. El 85 % de las experiencias educativas son básicamente visuales. Por esta razón, para que el niño ciego pueda conocer el mundo que le rodea y participar activamente de él, son necesarios ambientes ricos en estímulos que se perciban por otros sentidos, como el oído y el tacto.
La exposición ‘Palpando la palabra’ se puede visitar del 30 de enero al 15 de marzo en la sala de exposiciones de la Torre DKV ubicada en el WTCZ, en el barrio Actur con entrada libre. El horario de visitas es de lunes a viernes de 10:00 h. a 21:00 h. y los fines de semana de 10:00 h. a 13:00 h. y de 17:00 h. a 20:00 h.