El Teatro Principal acoge durante el mes de septiembre el espectáculo ‘Miguel Fleta, gloria y pasión‘, a través del cual rinde homenaje al gran tenor aragonés, de la mano del cantador de jotas y tenor Nacho del Río y de los tenores David Baños y Eduardo Sandoval. También cuenta con la participación de la soprano Melanie Moussay y la coreografía de Miguel Ángel Berna.
‘Miguel Fleta, gloria y pasión‘ nos presenta la historia de Miguel Fleta, uno de los mitos musicales del siglo XX que llegó a ser el mejor tenor del mundo, a través de la música y de la proyección de imágenes históricas. El espectáculo se adentrará en la vida del gran tenor desde su nacimiento en Albalate de Cinca (Huesca) en 1897, hasta la muerte en La Coruña en 1938 y su traslado definitivo al Cementario de Torrero en 1941.
Éste espectáculo que se estrena en el Teatro Principal cuenta con la participación de grandes figuras que han tenido en sus carreras profesionales a Fleta como un referente artístico, mezclando la interpretación de las más famosas piezas musicales que encumbraron a Miguel Fleta como el mejor cantante lírico de su época con pequeñas conversaciones entre Luisa Pierrick, profesora y artífice de su gran éxito, amante y madre de dos de sus hijos, y el gran cantante aragonés. Para ilustrar la parte audiovisual, durant eel espectáculo se proyectarán en una pantalla fondal imágenes y sonidos originales de la vida y obra de Miguel Fleta.
Tres son los artistas que dan vida a Fleta en ‘Miguel Fleta, gloria y pasión‘. Por un lado, el famoso cantador, y quizás rey indiscutible de la jota, Nacho del Río, que interpretará el papel
del tenor en su vertiente popular como cantador de jotas. La parte lírica en ópera y zarzuela la defenderán dos tenores de gran calidad entroncados en la tradición vocal e interpretativa
heredada tras el paso de Miguel Fleta y su indiscutible importancia, por la historia de la lírica universal: David Baños, joven tenor con excelentes condiciones naturales en su voz, con amplia experiencia en el repertorio de Fleta y admirador de la figura del gran tenor y referente en su carrera. Por último, Eduardo Sandoval, tenor lírico-spinto, debutó el Manrico de IL TROVATORE en Zaragoza en sus comienzos y cumple con este proyecto el sueño de poder interpretar al gran Maestro.
Como no podría ser de otra manera, el bailarín Miguel Ángel Berna realizará las coreografías que ilustren toda la parte musical con su participación personal como bailarín. Junto a ellos, el complemento de una bella soprano francesa, Melanie Moussay, que dará vida a Luisa Pierrick, compañera sentimental y maestra del gran Fleta. En la parte musical colaboran el músico y pianista Miguel Ángel Tapia y el músico y estudioso de la jota Alberto Artigas, dos personalidades de la música en Aragón conocedores del mundo de Fleta en la ópera y en la Jota.
El espectáculo ‘Miguel Fleta, gloria y pasión‘ se representa del 10 al 26 de septiembre en el Teatro Principal de Zaragoza. Las entradas se encuentran a la venta en las taquillas del Teatro Principal de lunes a domingo en horario de 17 h. a 21 h. y a través de la red Ibercaja, con precios que oscilan entre los 5 y 20€.
Horario funciones Miguel Fleta, gloria y pasión
Viernes 10 de septiembre, a las 20:00 h.
Sábado 11 de septiembre, a las 20:00 h.
Domingo 12 de septiembre, a las 19:00 h.
Martes 14 de septiembre, a las 20:00 h.
Miércoles 15 de septiembre, a las 20:00 h.
Jueves 16 de septiembre, a las 20:00 h.
Viernes 17 de septiembre, a las 20:00 h.
Sábado 18 de septiembre, a las 20:00 h.
Domingo 19 de septiembre, a las 19:00 h.
Martes 21 de septiembre, a las 20:00 h.
Miércoles 22 de septiembre, a las 20:00 h.
Jueves 23 de septiembre, a las 20:00 h.
Viernes 24 de septiembre, a 20:00 h.
Sábado 25 de septiembre, a las 20:00 h.
Domingo 26 de septiembre, a las 19:00 h.
Miguel Fleta
El 29 de Mayo de 1938 se apagaba definitivamente la voz y la vida del mejor tenor aragonés de todos los tiempos, Miguel Fleta. Moría el hombre pero nacía el mito, pues difícilmente se puede encontrar una carrera tan meteórica como la de aquel mozo que cantaba jotas de madrugada camino del Mercado con el carro de las verduras y que a los veintidós años ya había debutado en uno de los grandes coliseos europeos, el de Trieste, desde donde conquistó en tiempo récord los mayores triunfos en la lírica, gozando en vida del éxito y de la fama y acariciando la cima de la gloria y de la leyenda, ese estadio al que solo acceden los mitos.
Su vida artística constituye una secuencia de éxitos deslumbrantes a lo largo de dieciséis intensos años. Los teatros europeos y americanos se rinden a su arte con actos multitudinarios. Fleta triunfa en Londres, París, Milán, Viena, Nápoles, Venecia, Nueva York, La Habana, Buenos Aires, El Cairo, China, Manila, Canadá, México… y por supuesto, Barcelona y Madrid, en cuyo Teatro Real fue un verdadero ídolo. Y, como no, Huesca y Zaragoza, donde aprovechaba para cantar en el Pilar a la Virgen y donde era conducido entre multitudes.
El 7 de Mayo de 1922 debutó en el Teatro Real con Carmen con un triunfo que lleva a los espectadores al delirio. A la función de gala, unos días después, asiste Alfonso XIII, las localidades se pagan a diez veces su precio y el éxito aun es mayor siendo Fleta llevado a hombros hasta su hotel por la calle Arenal y la Puerta del Sol. El 8 de Noviembre de 1923 debuta con Tosca en el
Metropolitan de Nueva York debiendo salir dieciséis veces tras la primera parte reclamado y aplaudido durante casi una hora por el público. Al final de la representación hubo de saludar veintiséis veces más.
Su final artístico fue prematuro, precipitado por los acontecimientos políticos del tiempo que le tocó vivir, incluidos el saqueo de sus casas en Madrid y en Albalate. Su vida personal también se había venido abajo víctima de desengaños y preocupaciones económicas por su ingenuidad en préstamos a su familia política, la que había eclipsado al verdadero amor de su vida, la francesa Luisa Pierrick, la maestra que le había conducido por el laberinto de la vida y que había tallado el diamante. La voz, por si fuera poco, ya venía resintiéndose y la tristeza fue apagando aquel fulgor que había deslumbrado al mundo.
Tras un proceso renal agudo murió frente al mar en su casa de La Coruña. En su delirio final evocaba noches de triunfo. Los últimos hilos de su voz fueron para alguna de sus jotas más queridas. Fue enterrado en la ciudad gallega y su cadáver se trasladó dos años después al cementerio de Torrero, en Zaragoza. El 29 de Mayo de 1959 se colocó en un panteón definitivo, muy próximo
al de su paisano Joaquín Costa. Ahí, aunque algunas primaveras más jóvenes, hemos atendido emocionados, tras el responso conmemorativo, las notas inolvidables de aquel Adiós a la vida, con el timbre purísimo de aquella voz inigualable.