El Festival Asalto, uno de los festivales de arte urbano más longevos de España, ha adquirido un peso específico en la programación cultural de Zaragoza y es una cita clave en su agenda, erigiéndose como una de las pocas propuestas que prevalece en el tiempo y que cada año se adapta y reinventa. Esta vez las calles de Santa Isabel se han convertido en el taller de trabajo y lienzo para 8 artistas nacionales e internacionales que han revolucionado el barrio durante 10 días con esta experiencia artística y de creación única.
Diego Vicente, Isa Nieto, Kyle Hughes-Odgers, Murfin, Noemí Calvo, Nulo, Txemy y Zane Prater han formado parte de esta galería al aire libre en una ambiciosa edición con murales y proyectos de gran envergadura, que han impresionado a las decenas de personas que han llenado las visitas guiadas programadas durante el fin de semana.
Todos ellos han tratado con sensibilidad la historia y los orígenes del barrio, conviviendo con las dimensiones del entorno y su estructura así como estableciendo lazos de unión con los vecinos y vecinas, que en todo momento se han mostrado encantados con este baño de color en el horizonte de su vida cotidiana y “sorprendidos” con la destreza de los artistas, sus juegos de perspectiva y la belleza de sus composiciones.
Abstracción, color, ecofeminismo y muchos metros cuadrados
Diego Vicente ha vuelto al cole y a sus recuerdos y paisajes infantiles con una composición alegre, colorista y abstracta en las canchas del Espartidero que toma por título el verso de la canción “Un país” de Ixo Rai y Labordeta: “Polvo, niebla, viento y sol”.
Isa Nieto se ha inspirado en los orígenes agrícolas y rurales del barrio para dejar su huella en las inmediaciones del bar “La maison”, con una obra que habla del papel de la mujer en el trabajo del campo y que incluye como elemento distintivo una planta tan nuestra como la borraja.
Kyle Hughes-Odgers se ha enfrentado a las alturas y a una de las paredes más grandes de esta edición cargado con tonalidades naranjas, amarillas y azules para representar una escena familiar rodeada de naturaleza y vegetación que celebrara la vida y la humanidad.
Murfin, que se adentró en el mundo del graffiti con tan solo 9 años, fue uno de los últimos en llegar al festival y todavía estirará unos días más la tarea en su mural. Ha trabajado junto a una ayudante excepcional y vieja conocida del Asalto, Lidia Cao, en otra gran pared en el patio de Bodegas Perdiguer, siendo uno de los proyectos de mayores dimensiones a los que se ha enfrentado hasta la fecha. Con un tono realista y guiños a la tridimensionalidad, propone un diálogo entre el pasado del barrio y el presente en una composición protagonizada por dos figuras de mujer. Es, a su vez, un homenaje a las mujeres artistas a las que la historia del arte silenció durante demasiado tiempo.
La propuesta de la zaragozana Noemí Calvo juega con la pequeña escala y el carácter performativo: ha llenado de “casitas” las casas de Santa Isabel, tras un trabajo colaborativo y en equipo con los alumnos del Colegio Guillermo Fatás, miembros de la Casa de Juventud y usuarios del centro de Mayores del barrio.
Más mujeres, aunque detrás de una abstracción naif, encontramos en los murales de Nulo, que ha rendido homenaje a la santa que da nombre al barrio en las dos fachadas que ha intervenido en el entorno de la Calle Tertulia. Una propuesta que resume los pilares de esta edición (abstracción y color) donde ha querido reflejar la bondad de esta mujer pero también su carácter combativo y hasta “feminista”.
A Txemy le llamó la atención cómo se integra lo antiguo con lo nuevo en la idiosincrasia y personalidad del barrio y lo ha trasladado a su propio proceso: un proceso de capas y veladuras, que poco a poco va aportando más información para la construcción final del mural (al igual que las capas que han marcado la evolución urbanística de sus calles o las etapas en la vida personal de uno mismo). El resultado final, que mezcla lo figurativo, lo gráfico y lo abstracto, evoca también según el propio artista a la libertad y ritmo de las composiciones musicales, muy ligadas a su obra.
Por último, el mural de Zane Prater habla de la importancia de la naturaleza para sostener nuestra sociedad. Un trabajo con cierto halo misterioso, pero de gran elegancia y belleza y muy efectista, presidido por dos figuras femeninas, que invita a reflexionar sobre nuestra relación con el entorno.
Encuentro, participación y aprendizaje
A ellos se han sumado otros ilustradores, artistas y colectivos como Beatriz Entralgo, Bernal, Danjer, Ira Torres, Ruben Hervás, Tintaentera, Jesana Motilva, Vera Galindo o Fabiola Correas, entre otros, que han tomado este fin de semana, con sus lienzos y sus talleres, el “Espacio Asalto”, recuperado como punto neurálgico y de encuentro para la ciudadanía. Localizado en la plaza exterior del centro cívico del barrio, y con la ambientación musical de The Longstomps y Jazz Hunters, este rincón ha vivido un auténtico final de fiesta con gran afluencia de público en las últimas 48 horas.
El Festival Asalto 2022 en Santa Isabel en cifras
+ de 20 artistas (Parada asalto, Intervenciones Murales Festival, Proyecto “Pintando palabras”)
+ de 325 asistentes en las visitas programadas a las obras
+ de 15 talleres y actividades participativas
+ de 2000 metros cuadrados de murales
+ de 350 litros de pintura