
La Ofrenda de Flores 2025, la más larga de la historia con 120.000 oferentes
La Ofrenda de Flores 2025 se ha convertido en la más extensa registrada hasta ahora, con una duración que superó las 18 horas y finalizó pasadas las 00:19 del día 13. Durante la jornada, unas 440.000 personas pasaron por la Plaza del Pilar para rendir homenaje a la Virgen del Pilar, patrona de la ciudad.
Ofrenda de Flores 2025: récord de duración y participación
Desde las 6:30 de la mañana, la Policía Local dio inicio a un acto que reunió a más de 120.000 oferentes provisionales. El ritmo de participación se mantuvo constante a lo largo del día, con un ambiente festivo y una climatología favorable que acompañó toda la celebración. Miles de zaragozanos y visitantes, vestidos con trajes regionales, llenaron las calles y la plaza principal de la ciudad en una jornada marcada por la emoción y la devoción.
A las 10:15 horas se vivió uno de los momentos más destacados, cuando el país invitado, Perú, colocó el manto de flores en rojo y blanco en la estructura central. La imagen de la Virgen lució además una Cruz de Lorena del mismo color, sobre un fondo blanco de claveles.
Un acto multitudinario en el corazón de Zaragoza
La Corporación Municipal, encabezada por la alcaldesa Natalia Chueca, realizó su ofrenda partiendo desde el Zaguán del Ayuntamiento hasta la Basílica del Pilar, donde se celebró la misa pontifical con la salida de los pasos tradicionales. Durante todo el día, la organización mantuvo un ritmo fluido en la colocación de los ramos, lo que permitió que el acto se desarrollara sin interrupciones significativas.
Las horas finales contaron con una elevada afluencia de público, que disfrutó de actuaciones de jotas y del paso constante de oferentes. La ausencia de incidencias y el trabajo de los Voluntarios del Ayuntamiento de Zaragoza contribuyeron al éxito de una edición que ya forma parte de la historia de las fiestas.
El balance provisional refleja una participación masiva y un desarrollo ejemplar. La Ofrenda de Flores 2025 reafirma su papel como uno de los actos más emblemáticos y multitudinarios de las Fiestas del Pilar, símbolo de identidad y tradición para Zaragoza y sus visitantes.