El mercado de coches en Zaragoza ha sufrido las consecuencias de la pandemia, al igual que la gran mayoría de los sectores económicos. En éste sentido, el número de matriculaciones de coches nuevos cayó en 2020 un 19,72% en comparación con 2019 en nuestra ciudad. Una cifra que contrasta con la tendencia en vehículos de ocasión, superando la cifra de compra de coches segunda mano Zaragoza a la de vehículos nuevos.
Ésta evolución del mercado automovilístico no es única de Zaragoza. Según los datos de la la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), las ventas de vehículos de alta antigüedad se situaron durante el pasado año en 1.116.939 turismos, superando a las 851.210 matriculaciones de turismos nuevos. Esto indica que en 2020 por cada turismo nuevo vendido se vendieron 1,3 turismos de más de 10 años.
Y es que no sólo la crisis es un motivo para encontrarnos ante ésta evolución del mercado de compraventa de vehículos en nuestro país. Los coches de segunda mano ofrecen varias ventajas frente a los coches nuevos, que hacen que a la hora de tomar la decisión de adquirir un vehículo tengamos que sopesar qué prevalece, estrenar un coche nuevo o decantarnos por un coche de segunda mano que se adapte a nuestras necesidades.
El precio es el factor diferencial en ésta comparativa. La desigualdad de precio entre un coche nuevo y un coche de segunda mano, más económico, hace que muchas veces nos inclinemos por ésta segunda opción a la hora de comprar un bien que ya se ha convertido de primera necesidad. Y es que en situaciones de incertidumbre los expertos aconsejan no realizar grandes inversiones que puedan hipotecar nuestro futuro económico. Además, por el mismo precio que valdría un coche nuevo de gama básica podemos acceder a un coche de segunda mano de un nivel superior.
Actualmente, el parque automovilístico en nuestro país y, por tanto, en Zaragoza, se divide mayoritariamente entre coches de gasolina y diésel, sin despegar todavía las ventas de coches eléctricos o híbridos. Una situación que viene dada por la incertidumbre de qué tipo de combustión va a ser la predominante en un futuro a medio plazo. Si bien la apuesta por la opción eléctrica parece clara, la falta de componentes para su fabricación en masa, lo cuál incide en un precio elevado, y la falta de puntos de recarga, no deja de generar dudas de si ésta es la mejor opción a futuro. En el caso de los coches diésel, son numerosas las voces que auguran una prohibición de su venta en un futuro no muy lejano. En éste sentido, los coches de segunda mano dan una mayor seguridad, ya que las limitaciones a la venta se espera que vayan encaminadas a los coches nuevos, afectando en menor medida a los coches ya en circulación.
También tenemos que alejarnos de clichés sociales según los cuáles comprar un coche de segunda mano es comprar algo peor o defectuoso. Dada la evolución tecnológica de los coches, un coche con seis o incluso ocho años de antigüedad no tiene tiene que envidiar a uno actual en materia de seguridad, equipamiento, imagen o motorizaciones. Si bien la moda en cuanto a imagen y formas del vehículo puede variar año a año, podemos estar seguros que un coche de segunda mano correctamente usado no tiene porqué tener menos seguridad que uno nuevo. En éste sentido, lo aconsejable es acudir a empresas y concesionarios de confianza de Zaragoza que ofrezcan todas las garantías en la compra del vehículo.
En resumen, éstas podrían ser las ventajas de comprar un coche de segunda mano:
- Precio menor, lo cual también implica un mayor ahorro en la financiación.
- Depreciación del valor del automóvil. En el momento en que salimos del concesionario con un coche nuevo, éste pierde parte de su valor, aún sin apenas darle uso.
- Por un importe similar a un coche nuevo, podemos acceder a vehículos de una gama superior, en cuanto a motorizaciones, equipamiento o categoría.
- Podemos tener un vehículo transitoriamente mientras la legislación en materia medioambiental toma un camino más definido.
- No supone renunciar a seguridad, equipamiento o imagen.