Alta Barra revoluciona el maridaje en Zaragoza con una experiencia de cóctel y alta cocina

En la mayoría de restaurantes, el vino acompaña al plato. En Alta Barra, la nueva propuesta de Taller Clandestino, la lógica se invierte: es la comida la que acompaña al cóctel. Esta idea redefine el concepto de maridaje y da protagonismo absoluto a la coctelería.

Taller Clandestino ha presentado ALTA BARRA · Star Edition, una cena experiencial que parte desde la barra, no desde la cocina. Cada cóctel es la pieza central y cada plato, inspirado en recetas de estrella Michelin, está diseñado para potenciarlo. Es la primera de cuatro ediciones anuales que buscan convertir esta experiencia en una cita esperada dentro de la agenda gastronómica de Zaragoza.

La comida al servicio del cóctel

Jimmy Valios, creador de Taller Clandestino, comparte filosofía y protagonismo con Óscar Lafuente, Global Ambassador de Ron Arehucas y Mejor Bartender de Ron del Mundo 2024. Juntos presentaron una velada donde la coctelería y la cocina dialogan de igual a igual.

En esta primera Star Edition, los cócteles con Ron Arehucas Selección Familiar fueron el hilo conductor. Cada mezcla se creó para esa noche, reinterpretando los destilados canarios con notas salinas, ácidas y cítricas. A su alrededor, una secuencia de platos inspirados en la alta cocina que amplifican cada sorbo: desde ostras chalaca con Bloody Mary de tomate de Zaragoza hasta una carrillera al curry que resalta la complejidad del ron.

“Era hora de crear un evento donde la comida existiera para ensalzar el cóctel, no al revés”, explica Jimmy Valios. “En Taller Clandestino, lo que sucede detrás de la barra es el corazón de todo”.

Un nuevo formato para la coctelería zaragozana

Solo 30 personas pueden disfrutar de cada edición de Alta Barra. No hay segundas rondas ni repeticiones. Cada cita es irrepetible y marca un nuevo capítulo en la escena local.

La propuesta se distingue por tres aspectos clave. Primero, invierte la jerarquía gastronómica: el cóctel lidera y la cocina acompaña. Segundo, no es un evento aislado sino una serie anual que explorará diferentes destilados. Y tercero, combina técnicas de barra y de cocina de alto nivel, poniendo en valor la coctelería como arte de maridar.

Alta Barra nace para reivindicar el talento local y demostrar que un cocktail bar puede ofrecer una experiencia gastronómica completa. En palabras de Valios, “Queremos que Alta Barra sea una cita esperada, algo que solo ocurre unas pocas veces al año, pero que deja huella”.

Con esta propuesta, Zaragoza suma una nueva razón para mirar hacia su escena de coctelería con el mismo interés con el que mira a su cocina. Porque cuando la comida acompaña al cóctel, el resultado puede ser mucho más que una cena: puede ser un nuevo lenguaje gastronómico.