
Más de 40.000 personas asisten al Festival de la Garnacha en Zaragoza
Ha contado con la participación de varias bodegas zaragozanas
El parque de Macanaz ha sido el escenario elegido para la celebración del primer Festival de la Garnacha durante este fin de semana en Zaragoza. Con más de 40.000 visitantes, la cita ha superado las expectativas de participación y ha consolidado este nuevo evento como una referencia cultural, gastronómica y turística en la capital aragonesa. Durante tres días, zaragozanos y turistas han compartido espacio en torno al vino, la gastronomía y la música local.
La programación del festival ha combinado actividades para todos los públicos con la promoción de una de las variedades vinícolas más representativas del territorio. El espacio ha acogido un total de 21 casetas con propuestas de 16 bodegas pertenecientes a las denominaciones de origen Campo de Borja, Calatayud y Cariñena. Las degustaciones han estado acompañadas por productos gastronómicos aragoneses, como el Ternasco de Aragón, quesos artesanos y embutidos locales.
Un evento que apuesta por el enoturismo y el producto local
Además de las catas, el festival ha contado con otras zonas diferenciadas, como el Jardín de la Garnacha, una zona de picnic, un mercado boutique con creadores de Made in Zaragoza, un túnel sensorial de cinco metros y un photocall de gran formato. El escenario principal, llamado ‘Vibra Garnacha’, ha ofrecido actuaciones de grupos musicales y DJs de la escena local, como The Cucumbers, Zoe DJ, Ziro o Los Cracks del 29.
Este evento forma parte del proyecto “Capital Mundial de la Garnacha”, una iniciativa del consistorio zaragozano para posicionar la ciudad como referente del enoturismo. Zaragoza cuenta con más de 18.000 hectáreas dedicadas al cultivo de vid, lo que refuerza la conexión entre su identidad cultural y el sector vitivinícola.

El Festival de la Garnacha, una cita con proyección
Esta primera edición se enmarca en una programación más amplia que comenzó a finales de mayo, con talleres, catas y maridajes repartidos por distintos espacios urbanos como el Mercado Central o las azoteas de hoteles. El objetivo es crear un vínculo entre el patrimonio urbano y la cultura del vino, facilitando la participación de diferentes públicos y sectores.
La propuesta ha sido posible gracias a la implicación de bodegas, colectivos culturales, personal técnico, servicios públicos y cuerpos de seguridad. Su participación ha permitido que el evento se desarrolle sin incidencias y con una valoración positiva tanto por parte de los asistentes como de los organizadores.
El éxito de esta primera edición del Festival de la Garnacha abre la puerta a su consolidación en el calendario cultural de la ciudad. Zaragoza se perfila así como un destino atractivo para el turismo enogastronómico, apoyándose en sus recursos naturales, su oferta artística y su capacidad de organización.