El Patio de la Infanta supone uno de los tesoros ocultos de Zaragoza. Oculto porque no se encuentra visible de cara al público, si no que se ubica en el interior de un edificio privado, en éste caso la sede central de Ibercaja, aunque es de agradecer que se pueda visitar de forma continuada como sala de exposiciones.
Mucho ha llovido desde que el rico comerciante Gabriel Zaporta hiciera construir en 1550 como muestra de amor hacia su esposa éste patio de estilo renacentista en el interior de su casa palacio, la Casa Zaporta, que se situaba en la calle San Jorge, aproximadamente en lo que ahora es el edificio de Ibercaja y donde una pequeña calle, la calle Gabriel Zaporta, nos recuerda su ubicación. El nombre de Patio de la Infanta no le sería impuesto hasta el siglo XVIII, ya que allí habitó la Infanta María Teresa Vallabriga y Rozas hasta su muerte.
A lo largo de su historia, la antigua Casa Zaporta ha sido residencia de ilustres zaragozanos, como Ramón de Pignatelli, el Cronista Mayor del Reino Lupercio Leonardo de Argensola, Ramón Pignatelli o la propia María Teresa de Vallabriga. Además, también ha sido sede de la Escuela de Bellas Artes, el Casino de Zaragoza, la Real Academia de Bellas Artes de San Luis así como otros usos como escuela infantil, conservatorio, colegio, y una especie de pequeño centro comercial de la época, albergando talleres y tiendas variadas.
La desgracia llegó en el año 1894, cuando un aparatoso incendio dejó la antigua Casa Zaporta en ruinas, siendo finalmente derribada en los primeros años del siglo XX. Es en ese momento cuando los restos del Patio de la Infanta son adquiridos por un anticuario francés, Fernand Schultz, que lo traslada a París, en donde estuvo instalado hasta el año 1958, en que vuelve de nuevo a Zaragoza.
El más bello patio de Aragón se dice que es el Patio de la Infanta, originalmente el Patio de Casa Zaporta. Y la verdad es que su belleza queda fuera de toda duda al verlo, contemplando sus columnas y arcos de sus dos plantas en piedra de alabastro cuidadosamente decoradas con todo tipo de ornamentaciones y alegorías que hacen referencia a los siete planetas conocidos en el momento de su construcción y que están organizadas para mostrar el horóscopo del día de la boda entre Gabriel Zaporta y Sabina Santángel, el 3 de junio de 1549 a las 18 horas y 50 minutos. Talladas en piedra, se pueden ver también las figuras de ilustres gobernantes, entre los que destaca la figura de Carlos I, Rey de España y Emperador de gran parte de los territorios Europeos, contemporáneo de Gabriel Zaporta, así como varias representaciones de las hazañas de Hércules, uno de los más conocidos héroes de la mitología griega.
El Patio de la Infanta tiene también el poder de transportarnos en el tiempo nada más cruzar el portal de entrada, convirtiéndonos por unos momentos en aquel rico y poderoso Gabriel Zapata o en la Infanta María Teresa. Ya sea por su belleza o por su magia, tener entre nosotros una obra de arte como el Patio de la Infanta no deja de ser un lujo para la ciudad de Zaragoza.
El Patio de la Infanta se puede visitar de forma gratuita de lunes a viernes, de 9 a 14 y de 17 a 21 h., los sábados de 10 a 14 y de 17 a 21 h. y los domingos y festivos, de 11 a 14 h. También es posible realizar visitas guiadas, que incluyen la explicación de la decoración del Patio de la Infanta y la visita a la planta superior del mismo, sólo accesible mediante éstas visitas guiadas, que se celebran de lunes a sábado a las 10 h y 18 h. y los domingos a las 10 h. El precio de la visita guiada es de 3€ (2€ pensionistas clientes del Grupo Ibercaja). La reserva de éstas visitas guiadas se puede hacer de forma presencial en el Patio de la Infanta o bien a través del teléfono 976 971 926.