
El Jardín de la Garnacha avanza con 129 vides en Macanaz
El Jardín de la Garnacha de Zaragoza comienza a tomar forma con la plantación de 129 vides en el parque de Macanaz. Este viñedo urbano, situado a orillas del Ebro y con vistas a la Basílica del Pilar, es una de las iniciativas dentro del proyecto Zaragoza Capital Mundial de la Garnacha. Con una extensión de 820 metros cuadrados, el espacio se ha diseñado con criterios técnicos para garantizar el correcto desarrollo de las cepas.
Plantación y distribución de las vides
Las 129 vides provienen de las tres Denominaciones de Origen (D.O.) de la provincia de Zaragoza. En total, se han plantado 44 cepas de la D.O. Calatayud, 37 de la D.O. Cariñena y 48 de la D.O. Campo de Borja. Cada variedad ha sido trasplantada siguiendo un método que respeta las condiciones naturales de su origen, incluyendo la composición del suelo.
Para favorecer el enraizamiento, se ha realizado un subsolado previo a una profundidad de entre 30 y 40 centímetros, acompañado de la incorporación de un sustrato compuesto de tierra vegetal, arena de sílice y turba. Además, se han aplicado aminoácidos para estimular el crecimiento de las raíces jóvenes.
El espacio ha sido delimitado con una valla perimetral de 130 metros, diseñada para proteger las plantas en su fase inicial de crecimiento. En los próximos días, se completará la adecuación del terreno con materiales característicos de cada D.O.: esquistos rojizos de Tabuenca, piedras de Cariñena y sustrato de viñedos de Calatayud.
Un viñedo urbano dentro de Zaragoza Capital de la Garnacha
El Jardín de la Garnacha es una de las acciones destacadas dentro de Zaragoza Capital Mundial de la Garnacha, un proyecto que busca posicionar a la ciudad como referente del enoturismo y la viticultura. La provincia zaragozana cuenta con más de 18.000 hectáreas de viñedos y tres Denominaciones de Origen que elaboran vinos reconocidos a nivel internacional.
Este viñedo urbano servirá no solo como un símbolo de la identidad vitivinícola de la región, sino también como un espacio educativo y turístico. En el futuro, se prevé la organización de actividades relacionadas con la cultura del vino, visitas guiadas y eventos en torno a la garnacha, una variedad que ha sido tradicionalmente cultivada en Aragón.
Las cepas plantadas en Macanaz se mantendrán bajo seguimiento para evaluar su adaptación al entorno. En caso de que alguna no prospere, será reemplazada para garantizar la continuidad del proyecto. Además, se ha instalado un sistema de riego por goteo y rosales marcadores de plagas para reforzar la conservación del viñedo.
Con esta iniciativa, Zaragoza refuerza su compromiso con la tradición vitivinícola y la promoción del turismo enológico, integrando un viñedo en plena ciudad para acercar la cultura del vino a visitantes y ciudadanos.