
Vive Latino refuerza su papel como motor económico en Zaragoza
El festival cierra su cuarta edición con más de 38.000 asistentes
El Vive Latino Zaragoza 2025 se ha celebrado este fin de semana, los días 5 y 6 de septiembre, y ha vuelto a situar a la capital aragonesa en el mapa cultural y económico. Más de 38.000 asistentes han llenado un recinto de más de 80.000 metros cuadrados sin que se hayan registrado incidencias destacables. La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha destacado que “ha sido un gran éxito, un éxito no solamente organizativo sino también cultural y de proyección de la imagen de la ciudad”.
Durante los días de celebración, la hostelería, los hoteles, el transporte, el comercio de proximidad y el sector audiovisual se han beneficiado de la llegada de visitantes tanto de otras comunidades como del extranjero. Este flujo de público ha consolidado un escenario en el que la música ha actuado como catalizador de actividad económica y como elemento de proyección de la ciudad hacia el exterior.
Generación de empleo y proyección cultural
El festival Vive Latino Zaragoza 2025 ha supuesto la creación de más de 1.500 empleos directos e indirectos. Desde el montaje de infraestructuras hasta la restauración, pasando por logística y servicios auxiliares, el evento ha implicado a diferentes sectores productivos. Este efecto dinamizador ha confirmado que la cultura es una herramienta de desarrollo económico para la capital aragonesa.
Chueca ha subrayado que “hemos constatado de nuevo que la cultura es sin duda un motor de desarrollo económico muy importante para poder proyectar Zaragoza al mundo y para generar riqueza en nuestra ciudad”. A este impacto se ha sumado la proyección cultural: la presencia de artistas de primer nivel ha atraído a un público diverso y ha posicionado a Zaragoza como referencia en el circuito internacional de festivales musicales.
Con cifras que han superado los 38.000 asistentes y con un entorno seguro y bien organizado, el Vive Latino ha reforzado su papel como motor económico y como escaparate cultural para Zaragoza. La combinación de turismo, música y actividad empresarial lo ha convertido en una de las apuestas estratégicas más relevantes en el calendario cultural de la ciudad.