
La Archidiócesis de Zaragoza recauda 167.488,80 € para ayudar a Valencia
El pasado 10 de noviembre, la Archidiócesis de Zaragoza logró recaudar 167.488,80 euros en una colecta solidaria organizada con motivo del Día de la Iglesia Diocesana. Este esfuerzo comunitario ha sido destinado íntegramente a apoyar a las personas afectadas por la DANA en la Comunidad Valenciana, mostrando una vez más la capacidad de acción y empatía de la comunidad zaragozana.
Un gesto solidario que trasciende fronteras
La iniciativa, promovida por el Arzobispado, tuvo como objetivo canalizar la ayuda de los fieles para mitigar los daños provocados por las fuertes lluvias que asolaron Valencia. La cantidad recaudada será integrada en el fondo global gestionado por la Conferencia Episcopal Española, garantizando que los recursos lleguen de manera eficiente a las zonas más afectadas.
La Archidiócesis de Zaragoza no solo se centró en reunir fondos, sino también en sensibilizar a la población sobre la importancia de la solidaridad. Desde parroquias hasta comunidades religiosas, la participación fue masiva, demostrando que la unión puede marcar una gran diferencia en momentos de crisis.
Reconocimiento a la generosidad zaragozana
El Arzobispo Carlos Escribano ha destacado el compromiso y la generosidad de los fieles que hicieron posible esta importante contribución. Su mensaje estuvo centrado en agradecer el esfuerzo colectivo, pero también en invitar a la continuidad de estas acciones solidarias, recordando que aún queda mucho por hacer para ayudar a los más afectados por la catástrofe.
Además de la ayuda económica, desde Zaragoza se han promovido oraciones y gestos de cercanía con los afectados, creando un vínculo especial entre ambas regiones. Este enfoque integral refuerza la misión de la Iglesia de actuar tanto en lo material como en lo espiritual.
Zaragoza, un ejemplo de solidaridad activa
La colecta organizada por la Archidiócesis de Zaragoza no es un evento aislado. Forma parte de una tradición solidaria que busca responder de manera concreta a las necesidades urgentes de otras comunidades. En este caso, el destino de los fondos reafirma el compromiso de la Iglesia con los valores de fraternidad y apoyo mutuo.
Este tipo de iniciativas, además de ayudar a quienes lo necesitan, fortalece el tejido social y la identidad comunitaria. La implicación de cientos de personas demuestra que la solidaridad puede transformar las dificultades en oportunidades para estrechar lazos.
A través de estos gestos, la Archidiócesis de Zaragoza deja claro que la fe y la acción pueden ir de la mano, convirtiéndose en una fuerza real de cambio y esperanza en tiempos difíciles. La colecta es solo un ejemplo más del impacto positivo que puede lograrse cuando las palabras se traducen en hechos.