Zaragoza Cachopo Fest, el evento gastronómico más deseado por los amantes de los cachopos está a punto de llegar a los bares y restaurantes de Zaragoza y su provincia del 17 al 27 de noviembre. Los establecimientos participantes ofrecerán durante once días propuestas llenas de innovación y con guiños por productos de calidad diferenciada de Aragón, al igual que ocurrió, no solo en la primera edición del Cachopo Fest, sino también en todos los demás festivales como el Bocata, Burger y Pizza Fest.
Desde el jueves 20 de octubre, todo restaurante, bar o local que desee formar parte de este evento puede inscribirse en zaragozafoodfest .es y comenzar a meditar cuál será el cachopo que cubrirá sus mesas durante los once días que durará el festival.
Propuestas de la pasada edición para ir abriendo apetito
Ya hubo un poco de todo en la pasada edición del Zaragoza Cachopo Fest y en esta no va a ser menos. Tantas fueron las propuestas que nadie se quedó sin deleitarse gastronómicamente: los intolerantes a la lactosa tenían la oportunidad de probar el cachopín de La Jaula de Grillos, de cecina D.O. León con queso sin lactosa; los veganos, el cachopo La vaca feliz de Dídola, con seitán casero, queso vegano, pimiento rojo y champiñones; para los más originales, algunos como el de Nómada Street Food, relleno de jamón, setas shiitake y queso gorgonzola; y para los más clásicos, un gran ejemplar fue el súper aragonés Cachopo Aragonesian, de La Malteadora, con ternera aragonesa, queso del Bajo Aragón y jamón de Teruel con patatas de Zaragoza y pimientos de Biota para acompañar.
Por no hablar de toda la variedad de quesos que pudieron probarse, como el rulo de cabra en el cachopo de Tatín, el azúl de Las Torres o el D.O. Grana Padano de la creación del Bal D’O Burger & Traditional Food. Además de quesos de la tierra como el del bajo Aragón en el Cachopo Aragonesian de La Malteadora, destacaron otros internacionales al estilo del queso irlandés a la cerveza negra del Blender Arcade y el holandés de Praga Vermutería.
Lo cierto es que el tamaño de estos platos sorprendió a todo el público. Se pudieron disfrutar de cachopines como el Cachopao del Restaurante Acicate relleno de queso, jamón, mermelada de pimiento y chopao de salsa de queso ahumado. También los hubo de tamaño intermedio como el Kilauea, de Praga Vermutería, con jamón y queso holandés con un aire hawaiano o como el Cachopo Burger del Mai Tai Exótico, compuesto por 200 g de cachopo asturiano a los cuatro quesos con chip de jamón de Teruel, tomate rosa, berenjena caramelizada en ruibarbo y piquillos asados, todo montado en brioche por 12,95 euros.
Y para los valientes, quieran o no compartirlos, cachopos del metro al XXL en la mayoría de los restaurantes. Algunos de ellos pesaron más de un kilo. Exacto, un kilo. Concretamente el de Derechupete concursó también a nivel nacional con un cachopazo de ternera asturiana relleno de cecina de Wagyu y una suave salsa de cinco quesos con carne picada casera y un rebozado especial por 38 euros que, además, se adaptaba a celíacos con reserva previa. No solo eso, sino que algunos vendían el cachopo a 80 euros el metro, como los Cachopos Metro de BaBax, a elegir entre clásico con carne vaca madurada, cremoso de queso y jamón bodega; Cabrales, con cecina y cabrales; pollo asado con bacon y mozzarella o cachopo trufado con huevos fritos, carne de vaca madurada con jamón y queso trufado.
¿Superará este Zaragoza Cachopo Fest 2022 los datos de la pasada edición?
16.000 cachopos fueron consumidos en la pasada y primera edición del Zaragoza Cachopo Fest. Concretamente, unos 400 cachopos de media por establecimiento y, por consiguiente, 316.000 euros directos a la hostelería solo con la venta de este delicioso plato.
Respecto a los medios de comunicación, Zaragoza fue noticia en muchos medios nacionales. Aunque, quizá, la anécdota y sorpresa más destacable la protagonizó el humorista y presentador Ángel Martín quien, con casi 900 k seguidores en Twitter, incluyó Zaragoza Cachopo Fest en su agenda matinal para venir a comer este producto tan característico de Asturias y que los establecimientos maños se esforzaron por cocinar a la perfección.