Ocho lugares curiosos a menos de una hora de Zaragoza que van a llamar tu atención (seguro)

La casa de Dios. Épila.

Un icono de Arte Bruto o simplemente la obra fruto de la imaginación atormentada de una persona. Lo que está claro es que esta construcción no deja indiferente a quien la ve. Julio Basanta, su autor, hizo esta obra donde la entrada y sus paredes están llenas de coloridas esculturas decoradas con calaveras, tridentes demoniacos, signos, pasajes bíblicos y cruces. Muchísimas cruces.

El origen de esta obra es una incógnita que, posiblemente, sólo sepa quien las creó, pero tan sólo hay que buscar en internet o preguntar en el pueblo para conocer todo tipo de teorías.

Está situada a 2 kms. del núcleo urbano de Épila, en el entorno de la estación de tren, al inicio del camino del Santuario de Rodanas. Aunque no sea especialmente conocida, es raro el día que La casa de Dios no recibe alguna visita de personas curiosas.

Casino Montesblancos. Alfajarín.

En los montes de Alfajarín se puede encontrar los restos del que fuera uno de los casinos más emblemáticos de los últimos años en Aragón, el casino Montesblancos. Poco o nada da a entender su estado actual, medio en ruinas y sufriendo la lacra del vandalismo, de su esplendor hace sólo unas pocas décadas.

El casino vivió su época dorada en los años ochenta y estaba compuesto por el propio casino, un hotel y un campo de tiro, donde no era difícil encontrarse a lo más granado de la alta sociedad y elite deportiva, no sólo zaragozana, si no de todo el país. En la década de los noventa llegó su decadencia por una mala gestión, terminando en quiebra y abandono ante la aparente desidia de propietarios e instituciones.

Como todo edificio en ruinas, acceder a su interior no es para nada recomendable, pero si buscamos un poco en internet podremos ver fotos y vídeos del estado actual de las salas del casino, restaurante, pista de baile o las habitaciones. Cerca de la entrada principal, en lo alto del monte junto a la N-II, se encuentra el viejo letrero metálico en el que se puede leer ‘Casino Hotel’, y que se ha convertido en todo un icono de la zona.

Los últimos años del casino también darían para una novela policiaca, con estafas, blanqueo de dinero e incluso el asesinato de un interventor judicial. Una triste historia que todavía le da un halo más de misterio a esta curiosa instalación.

8. Casino Montesblancos