El Mercado Central de Zaragoza abre sus puertas tras un proceso de renovación y reforma de sus instalaciones que ha durado casi tres años, periodo en el cuál los detallistas del mercado han realizado su actividad en un mercado provisional ubicado junto a las murallas romanas. El Mercado Central retoma su actividad a partir del 6 de febrero.
En total son setenta y ocho los puestos que el renovado Mercado Central de Zaragoza va a ofrecer a sus clientes y visitantes, setenta y cuatro de ellos dedicados a la alimentación y cuatro de restauración. La distribución de los espacios de venta directa son trece de productos de la carne, once a alimentación variada, siete pollerías y platos precocinados, doce pescados y congelados, trece frutas, verduras y flores y tres de menuceles. Nueve de ellos están todavía vacantes a la espera de salir a concurso.
Es en éstos puestos vacantes donde se va a desarrollar hasta su ocupación una programación cultural que presenta diferentes propuestas temáticas, haciendo referencia principalmente a la historia del Mercado Central de Zaragoza. Por ejemplo, en algunos de los espacios se ha jugado con imágenes de los años 60 ,70 y 80 que recuerdan cómo estaba la lonja en esa época, junto con las primeras imágenes y mapas del arquitecto Félix Navarro.
Con el fin de acercarse a la historia propia del comercio, se ha dispuesto en uno de los puestos una muestra de balanzas y pesas de diferentes etapas, destacando una gran romana restaurada que se encontraba dentro de una vitrina suspendida en el techo. No faltará tampoco un espacio para conocer de cerca la historia de los 42 tarjetones esmaltados creados el arquitecto Navarro, que fueron ideados como un gran friso de los productos en venta, sobre todo para quienes no leían ni letras ni números, y así ubicar los lugares de venta en el mercado. Para interactuar con el público también se ha recreado a tamaño real un puesto en el que los asistentes podrán realizarse fotografías y sentir más de cerca la historia del mercado. Un recorrido por la historia que seguirá presente durante los próximos meses para que todos los vecinos y visitantes puedan disfrutarlos.
La reforma del Mercado Central también favorece la movilidad de sus visitantes, gracias a la instalación de ascensores que conectan el ras de calle con la planta, salvando el desnivel en el que hasta ahora sólo había escaleras. También se ha conectado el parking de César Augusto con el mercado a través de un pasillo y una zona de ascensores. En éste aspecto, también se han cambiado las puertas de acceso por puertas de apertura automática. Además, su cerramiento de cristal resguarda de una forma vistosa y elegante a los visitantes de las inclemencias del tiempo, especialmente en los días de lluvia y viento, mejorando igualmente el sistema de calefacción y refrigeración que había hasta ahora.
Un nuevo espacio gastronómico se ubica en la parte central del Mercado, que bajo el nombre de Rombo Zentral presenta cuatro ambientes distintos, cada uno de ellos con una especialidad. En éste sentido, Matiné estará dedicado a los desayunos y meriendas, con en los que los clientes encontrarán productos habituales de la hora del desayuno, como bollería o churros, pero que también ofrecerá a lo largo del día tapas, bocadillos, patés gourmet o la estrella, tortillas rellenas. Un segundo espacio, Mueso, estará especializado en comida a la brasa, con un menú compuesto de hamburguesas, brochetas, pizzas, chuletón o costillas, junto a fuentes para compartir. Por su parte, Mixtura presenta una carta en la que estarán presentes los productos frescos del mercado como pueden ser verduras, carnes o pescados, en formato ensalada o cocinados al más puro estilo oriental gracias a la técnica TeppanYaki. La oferta de Rombo Zentral se completa con un cuarto espacio tipo cervecería en el que también se podrán degustar cócteles especializados y del que se conocerá más información en breve. Con ésta propuesta gastronómica y de ocio, el Mercado Central de Zaragoza se acerca a la tendencia de los más prestigiosos mercados europeos en los que es posible combinar la compra diaria con la gastronomía sin salir del propio mercado.
Entre las novedades que presenta el Mercado Central de Zaragoza se encuentra la ampliación de su horario comercial, ya que abrirá sus puertas de lunes a viernes entre las nueve de la mañana y las ocho de la tarde de forma ininterrumpida, sin cerrar al mediodía, si bien en ésta franja central del día la actividad se verá reducida a la zona de restauración y a una parte de los puestos de alimentación. El horario los sábados será sólo de mañana, de 09:00 h. a 15:00 h. Por su parte, la zona de restauración permanecerá abierta todos los días de lunes a domingo, con un horario ampliado desde las 6:00 de la mañana hasta la 1:30, ampliando a las 2:30 víspera de festivo. Esto supone que los sábados por la tarde y domingos durante todo el día el Mercado Central de Zaragoza también tendrá vida propia con múltiples actividades para toda la familia.
El Mercado Central de Zaragoza, también conocido como Mercado de Lanuza, fue originalmente diseñado en 1895 por el arquitecto aragonés Félix Navarro Pérez para sustituir al tradicional que se realizaba al aire libre en la antigua Plaza del Mercado. Su construcción se prolongó hasta 1903, año en que fue inaugurado. El edificio, de estilo modernista, tiene una planta rectangular y un diseño funcional y armonioso. En sus portadas, se pueden ver elementos neoclásicos, como arcos, esculturas alegóricas de los productos que allí se venden o retículas de forja. Las columnas de hierro de su interior incluyen capiteles con formas originales, como cestitos, hojas de acanto, palmas neoclásicas y frutas en racimo. Todos éstos elementos han sido respetados durante el proceso de reforma, limpiando y arreglando aquellos en los que hiciera falta, logrando de ésta forma que el Mercado Central de Zaragoza no pierda su esencia que le ha convertido en uno de los espacios más emblemáticos de Zaragoza.