El Paraninfo de la Universidad de Zaragoza acoge hasta el 22 de febrero de 2025 una exposición dedicada a Rafael Lorente de Nó, el discípulo más joven de Santiago Ramón y Cajal. Organizada por el Vicerrectorado de Cultura y Proyección Social de la Universidad, la muestra busca resaltar el legado de este ilustre neurofisiólogo aragonés, pionero en otoneurología y figura clave en los estudios de cibernética. La exposición, ubicada en la sala África Ibarra del edificio, recorre la vida y aportaciones científicas de Lorente de Nó, quien, pese a su influencia global, es aún una figura poco conocida entre el gran público.
La historia y aportes de Lorente de Nó
Rafael Lorente de Nó inició sus estudios de Medicina en la Universidad de Zaragoza en 1916, a la temprana edad de 14 años. Desde joven destacó por su capacidad y dedicación, y en 1920 se trasladó a Madrid para trabajar bajo la tutela de Ramón y Cajal en la Universidad Central de Madrid. Pronto se convirtió en su discípulo más joven, desarrollando un talento que le llevaría a producir importantes trabajos de investigación.
Lorente de Nó fue uno de los pioneros en la otoneurología y la neurociencia aplicada. Su labor fue crucial en la comprensión de las vías vestibulares, es decir, de los mecanismos de equilibrio y orientación en el sistema nervioso. En 1923, asistió en Zaragoza a una conferencia de Robert Bárány, quien le propuso colaborar en futuras investigaciones en Upsala. Esta experiencia fue el inicio de una larga trayectoria internacional que le llevó por diversos centros de investigación en Europa y, posteriormente, a Estados Unidos. En 1931, Lorente de Nó se incorporó como director del laboratorio de neuroanatomía en el Central Institute for the Deaf de St. Louis, Missouri.
Durante su carrera en Estados Unidos, Lorente de Nó realizó investigaciones que contribuyeron al desarrollo de la cibernética, lo que le ha valido el reconocimiento como uno de sus «padres» fundadores. Aunque siempre mostró interés en regresar a España, las circunstancias políticas y los conflictos bélicos en Europa y el mundo lo mantuvieron alejado de su país natal.
Una exposición para conocer al pionero zaragozano
La exposición sobre Rafael Lorente de Nó reúne una amplia variedad de material histórico y científico que permite al visitante adentrarse en la vida de este científico zaragozano. Entre los objetos expuestos destacan documentación histórica, maquetas anatómicas, láminas didácticas y fotografías que documentan el contexto en el que se desarrollaron sus investigaciones. Los materiales provienen de colecciones públicas y privadas, conformando una selección única que conecta al público con la ciencia del siglo XX y los pioneros que la desarrollaron.
Además, la exposición cuenta con un catálogo en el que varios expertos, como José María Serrano Sanz, Juan Manuel Espinosa Sánchez y Ana Isabel Cisneros Gimeno, detallan la relevancia de Lorente de Nó en el ámbito de la neurofisiología y la otoneurología. Esta publicación ofrece una mirada en profundidad a sus hallazgos y a la conexión que mantuvo con figuras destacadas de su época.
Con el título ‘Lorente de Nó. Desde su Zaragoza natal’, la muestra puede visitarse de lunes a sábado, en horario de 11 a 14 horas y de 17 a 21 horas. La exposición ofrece una oportunidad única para acercarse al trabajo de un científico que, si bien no regresó a España, dejó una huella imborrable en la ciencia y en los estudios sobre el sistema nervioso.
Rafael Lorente de Nó y su huella en la neurociencia
Rafael Lorente de Nó fue un científico que nunca abandonó sus raíces. Pese a su prolongada estancia en Estados Unidos, donde completó su carrera como profesor emérito en la Universidad de California, sus primeros pasos en la ciencia y el inicio de su formación se dieron en su Zaragoza natal. Su compromiso y habilidad para abordar cuestiones complejas de la neuroanatomía y la cibernética lo llevaron a dejar un legado que aún perdura.
La exposición en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza rinde homenaje a esta figura singular en la historia de la ciencia, recordando sus aportes y su vinculación a la Escuela de Cajal. A través de esta muestra, se invita al público a conocer la vida de un aragonés que, aunque trabajó gran parte de su vida en el extranjero, nunca olvidó sus orígenes y llevó siempre consigo el aprendizaje adquirido en su tierra.