
El Museo Pablo Gargallo cerrará por obras el 31 de marzo para mejorar su eficiencia energética
Tendrá entrada gratuita para el público desde el martes 25 de marzo
El Museo Pablo Gargallo de Zaragoza iniciará el 31 de marzo un proceso de renovación centrado en la mejora de su eficiencia energética. Con una inversión de 422.000 euros procedente de los fondos europeos Next Generation, la intervención optimizará el sistema de climatización sin modificar la estructura arquitectónica del edificio. Durante el tiempo que duren las obras, las cerca de 200 piezas expuestas permanecerán en el museo bajo medidas de protección.
El Ayuntamiento de Zaragoza, responsable de la gestión del espacio, ofrecerá entrada gratuita a los visitantes entre el martes 25 y el domingo 30 de marzo, antes del cierre temporal del recinto. Se espera que los trabajos se prolonguen durante seis meses, seguidos de dos fases adicionales para la recolocación de las piezas y la adaptación del espacio. La reapertura del museo está prevista para el primer trimestre de 2026.
Una inversión clave para la eficiencia del Museo Pablo Gargallo
El proyecto adjudicado a la empresa Eiffage Energía fue aprobado por el Gobierno de Zaragoza en diciembre de 2023. La reforma incluye la sustitución de la bomba de calor actual por una de mayor rendimiento, la instalación de fancoils en el patio y la implementación de un sistema de control centralizado BMS. Hasta ahora, el sistema térmico del museo funcionaba de manera independiente en cada estancia, sin posibilidad de regulación conjunta.
Para garantizar la integración de los nuevos elementos sin alterar el entorno museístico, se ejecutará un trasdosado autoportante de placas de yeso laminado que ocultará los conductos y equipos de climatización. Estas intervenciones permitirán reducir el consumo energético y mejorar el confort tanto de los visitantes como del personal del museo.
Historia y transformación del Palacio de Argillo
El edificio que alberga el Museo Pablo Gargallo es el histórico Palacio de Argillo, construido entre 1659 y 1661. Originalmente concebido como residencia nobiliaria, ha experimentado múltiples transformaciones a lo largo de los siglos. En 1860 se convirtió en el Colegio de San Felipe, alterando significativamente su distribución interior. Durante la Guerra Civil, el inmueble fue utilizado como residencia de Acción Ciudadana, y en 1943 fue declarado Monumento Nacional.
En 1977, el Ayuntamiento de Zaragoza adquirió el palacio y emprendió su restauración. La adaptación definitiva a museo se llevó a cabo entre 1980 y 1985, respetando en gran medida la estructura original del edificio. En 2007 se amplió el espacio expositivo en un 40%, consolidando su actual configuración.
Con estas nuevas mejoras, el Museo Pablo Gargallo se adapta a las necesidades del siglo XXI, optimizando su sostenibilidad y accesibilidad sin alterar su valor patrimonial.