Antigua Clínica del Doctor Lozano, Zaragoza- Foto: Sara Lugo

La antigua clínica del Doctor Lozano, una joya arquitectónica en el paseo Sagasta de Zaragoza

La antigua clínica del Doctor Lozano, situada en la esquina entre el paseo Sagasta y la calle Lagasca, es uno de los edificios más representativos del modernismo en Aragón. Fue proyectada en 1903 por el arquitecto Félix Navarro, autor también del Mercado Central, para albergar la clínica y la residencia familiar del ilustre médico aragonés Ricardo Lozano Monzón, pionero en cirugía de tórax y cerebro.

El edificio de la antigua clínica del Doctor Lozano presenta un volumen exento que respeta la alineación del resto de las construcciones, configurando una zona ajardinada hacia el paseo. El conjunto está formado por un cuerpo principal al que se le adosan otros secundarios, formando una composición axial en planta y alzado. El cuerpo principal lo forma un volumen rectangular dispuesto a lo largo del eje paralelo a Lagasca. En el frente que da al paseo se adosa un cuerpo central flanqueado por dos porches con terraza, mientras que en el frente opuesto, hacia el jardín posterior, se adosa un cuerpo longitudinal sobre el que destacan dos cuerpos semicilíndricos volados correspondientes al quirófano y la capilla. En el eje perpendicular se dispone el acceso principal por la fachada a la calle Lagasca y, al fondo, la escalera principal en un cuerpo adosado a la fachada norte.

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En 1916, el arquitecto Manuel del Busto realizó una ampliación que rompió la simetría axial de la fachada principal al cerrar el angular entre el paseo Sagasta y la calle Lagasca configurando un cuerpo cerrado con miradores volados. Exteriormente el conjunto se unifica mediante elementos compositivos comunes y el blanco de sus fachadas. La composición clásica de los alzados se combina con una ornamentación ecléctica con motivos historicistas y simbólicos en alusión al uso del edificio y a su propietario.

En su construcción se utilizaron técnicas habituales en la época, incorporando en su diseño algunos elementos singulares y modernas instalaciones, para poner en funcionamiento una clínica que ofreciera los servicios médicos y quirúrgicos más avanzados del momento. La clínica estuvo en funcionamiento hasta 1977, fecha en que el último de la saga, el doctor Ricardo Lozano Mantecón, cerró las instalaciones y se dedicó exclusivamente a la docencia universitaria.

Hoy en día, el edificio presenta un aspecto muy deficiente. Los desconchones se multiplican en sus muros, que ya no lucen blancos sino más bien grises en este inmueble que fue catalogado como Bien del Patrimonio Cultural de Aragón en 2009. El futuro del edificio es incierto, ya que existe un plan para construir viviendas de lujo en su jardín trasero, que quedarían a tan solo 3,14 metros de una de las esquinas del antiguo sanatorio.

El edificio de la antigua clínica del Doctor Lozano es, a pesar de las remodelaciones sucesivas que han desvirtuado en parte la idea original de Félix Navarro, uno de los escasos ejemplos de residencia burguesa de principios del siglo XX que se conserva en el paseo Sagasta. Su valor histórico, artístico y cultural lo convierten en una joya arquitectónica que merece ser preservada y restaurada.

Quirófano de la Clínica del Doctor Lozano. Fuente: SIPCA, Gobierno de Aragón