Hay bares que a primera vista pueden parecer uno más, uno de tantos por los que pasamos sin más a lo largo de nuestro día a día, pero que nada más cruzar su puerta una curiosa sensación nos recorre nuestro cuerpo, una sensación de bien estar, de estar en un sitio donde no somos extraños aunque sea la primera vez que estemos. Es el caso de Marianela (Manifestación, 23), un bar con alma.
El Marianela forma parte de esa nueva hornada de cafeterías y bares de Zaragoza donde, al final, lo de menos es lo que se tome, es cómo se tome y con quién. Marianela es un bar en el que se ha trabajado la estética de una forma formidable, creando un ambiente agradable, con una decoración de estilo retro que nos hace sentir bien. En sus paredes abundan las referencias a tiempos pasados, que nos hacen rememorar esos años de la infancia en los que a buen seguro todos hemos sido tan felices. Bolas del mundo, casettes o sifones de gaseosa, que se unen a una librería de color rojo con montones de libros antiguos. Pero si hay algo que no se puede dejar de mirar y curiosear son sus lámparas, cada una distinta, única, hechas con objetos variopintos, desde jaulas de pájaros a cubos, pasando por cestas de mimbre o regaderas.
Dos son los salones que tiene Marianela, uno por cada una de los accesos que tiene el bar (Manifestación y Prudencio) invitando a sentarse en alguna de las mesas que se encuentran en ellos. El principal, al que se accede por calle Manifestación, es el más amplio, con varias mesas pequeñas, de mármol y sillas antiguas de madera, en las que se agradece el detalle que en todas ellas hay una flor, que nos acompaña en nuestras tertulias y buenos ratos en Marianela. Es en éste salón donde se encuentra una de las señas de identidad de Marianela, su ventanal con el nombre pintado y flores, cuál invernadero de nuestra casa. El segundo, de menor tamaño, es el que está en la puerta de acceso por calle Prudencio, en el que destaca una gran mesa de madera con bancos, ideal para reuniones de grupo, y una ventana que con el buen tiempo deja entrar el olor a primavera y en cuya parte exterior se puede estar sentado en banquetas, haciendo esa sana costumbre de tomar algo y charlar en la calle. Al final, da igual cuál se elija, en cualquiera de ellos estaremos cómodos, con ese ambiente agradable que crea éste bar con alma.
Marianela es un bar todo terreno, en el que se sirven desayunos a primera hora de la mañana, vermuts, cafés de tarde o la primera copa de la noche. Posee carta de cafés y tés, que se pueden acompañar con repostería, bizcochos o tartas. A la hora del vermut, tapas clásicas, que sin ser nada especial o destacable, cumplen su función. Para comer, también se pueden elegir tostadas de jamón, tomate y bacalao o bocadillos de jamón con tomate y tortilla de patata. De cara a la noche, la especialidad de Marianela son los tan de moda gin-tonics, aunque tampoco faltan los mojitos o cócteles como la piña colada.
Prueba que Marianela es un bar diferente, un bar con alma, es que en él no sólo se puede disfrutar de una charla agradable con una consumición por delante, como tienen que ser las buenas conversaciones. En éste sentido, Marianela ofrece de forma asidua actuaciones de música en vivo, íntimas, donde la voz se impone a la melodía, actuaciones de magia o presentaciones literarias. Un aliciente más para sentarnos en alguna de sus mesas y olvidarnos del reloj o del móvil. Su actividad se complementa con la celebración de forma más o menos periódica de un mercadillo, el Marianela Market, donde encontrar objetos de artesanía, ropa o complementos.
Si aún no conocéis Marianela, un buen plan para salir de la rutina es ir a conocerlo. Recomendado, quien va, a buen seguro repite.

Datos de interés
Marianela
Dirección: Manifestación, 23 (también acceso por Prudencio, 22)
Horario: de 10 de la mañana hasta las 23 h. (horario ampliado los fines de semana)
Teléfono: No disponible
Web: www.facebook.com/marianelazgz